Viendo este cartel, claro anuncio de intenciones, no podíamos faltar a esta fecha, la veterana banda madrileña de groove metal Grapeshot, compartiendo escenario en la Sala Filomatic con los jóvenes Leftlovers. Esto promete.
Cuidado con Leflovers que vienen pisando fuerte. Estos chicos tienen muchas ganas de comerse el mundo, y van arrasando para conseguirlo. Partiendo de una buena base musical y ganas de innovar, aprovechan el tirón de redes sociales para mover a un abundante grupo de seguidores, que como sabemos siempre es un apoyo importante para cualquier banda que quiere asomar un poco la cabeza. En estos tiempos de festivales y conciertos multitudinarios es más que nunca necesario el soporte a las bandas pequeñas, y esta es la forma de conseguirlo.
Con un tiempo ya moviéndose por los escenarios, Leftlovers han ido ganando soltura e intensidad, dando rienda suelta a sus ganas de reventar la sala, cumpliendo su promesa de darnos una noche de alta carga lumbar y bastantes impactos. Arengan al público de tal forma que este se implica al máximo, circle pit, wall of death, mosh pit... no dejan nada en el tintero..
Con un cóctel de hardcore, nu metal y metalcore crean un estilo propio, que sumado a sus ganas de innovar, y a su más que demostrada pasión y fuerza, logran conquistar a su público desde el primer momento. Con cada movimiento que hacen, estos chicos apuestan fuerte por lo que creen, su música, así que estaremos atentos, porque aquí se está cocinando algo grande.
Con el público ya caldeado, le toca el turno a Grapeshot, banda madrileña formada en 2010, con tres discos en el mercado, el último de ellos "Suckcess", publicado el 5 de mayo de 2021, del que se encuentran haciendo su gira de presentación.
Fue empezar a sonar el primer tema y estos tíos empiezan a disparar, a disparar trash metal puro y duro, guitarras potentes y un sonido brutal. Pero no se quedan ahí, no, empiezan a sorprendernos con giros heavys e incluso death. Una combinación increíble, manejada a la perfección, con una base rítmica limpia, y todo ello unido a una voz que se adapta a todos los estilos como si nada. Lo que vivimos podemos decir que fue una comunión musical, tanto el público como la banda estábamos en el mismo punto.
Llegado ese momento los guitarras bajan del escenario y tocan entre el público, que momentazo estamos viviendo, estas ocasiones en las que sabes que estás donde debes estar.
Después de esta noche que esperamos no tardar mucho en ver a estas dos bandas que nos han regalado un concierto auténtico.
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